Comienzan los trabajos de campo de la campaña 2021

Con la reciente detección por parte de la Estación Fitopatolóxica Areeiro (EFA) de la maduración de la oospora de invierno, se inician las actividades de campo en las cuatro denominaciones de origen que abarca el proyecto (Rías Baixas, Ribeiro, Ribera del Duero y Valdeorras). Estas actividades están relacionadas con el seguimiento del estado fenológico de la vid y con el recuento de la concentración de esporas en las parcelas. Los datos obtenidos en esta última anualidad permitirán completar los modelos de predicción preliminares que ya se han desarrollado en base a toda la información recogida desde que se inició el proyecto en 2019.

Estos modelos, centrados cada uno en una de las principales enfermedades fúngicas (mildiu, botritis y oídio), permitirán predecir el riesgo de infección en base a parámetros meteorológicos, fenológicos y de concentración de esporas. Mediante el desarrollo de esta herramienta, VITICAST pretende optimizar el uso de los tratamientos fitosanitarios, logrando con ello una viticultura más sostenible y un producto de mayor calidad.

El modelo desarrollado para la predicción del riesgo de mildiu tiene en cuenta el ciclo de vida del hongo, que se repite constantemente a lo largo de la campaña. El objetivo del modelo es identificar qué condiciones meteorológicas inducen el cambio de fase para así poder estar prevenido en los momentos de mayor riesgo de infección.

Para ello, una vez que la oospora de invierno ha madurado se empiezan a calcular las condiciones meteorológicas para que se produzca la primera infección primaria. Cuando esta primera infección primaria se completa (100%), comienzan a calcularse las condiciones para que se produzca la primera incubación primaria (siguiente fase del ciclo). Una vez que la primera incubación primaria llega al 100%, se empiezan a calcular las condiciones para que se produzcan las esporulaciones. Una vez que la primera esporulación llega a término (100%) se empiezan a calcular las condiciones para que se produzcan las infecciones secundarias y sus incubaciones asociadas, en un proceso cíclico que se repite a lo largo de toda la campaña.

Por su parte, para el oídio se han desarrollado dos modelos diferentes. El primero de ellos calcula la presión de oídio en base únicamente a las condiciones meteorológicas, mientras que el segundo modelo, también tiene en cuenta el estado fenológico de la vid. Por tanto, este segundo modelo se centra en la protección del racimo en vez de la planta completa, ya que pondera de infección por oídio en función del momento en el que el racimo es más susceptible. Por ejemplo, en la campaña pasada, el día 29/06/2020, puesto que las condiciones meteorológicas eran propicias a incrementar la presión de oídio, el primer modelo proporcionó un riesgo alto (100%). Sin embargo, el segundo modelo, que tiene también en cuenta la fenología, proporcionó un riesgo bajo (18,27%) porque debido al estado fenológico en el que se encontraba la planta en esa fecha, el racimo no era susceptible de infección por oídio.

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